Publicaciones relacionadas con la inmigración croata
Los primeros inmigrantes croatas llegaron a Chile entre mediados del siglo XIX y comienzos del siglo XX, y se asentaron principalmente en dos regiones chilenas: el Norte árido en torno a Iquique y Antofagasta, y el Sur Austral en torno a Punta Arenas y Tierra del Fuego.
En estas ciudades los croatas se agruparon en verdaderas “colonias”, donde se reunían en torno a Sociedades de Beneficencia y Compañías de Bomberos. Tanto el Norte Grande, como el Sur Austral presentaban una escasa población en el momento de la inmigración masiva. Esta fue una de las razones del porqué los croatas tuvieron un rol principal en el desarrollo de estas regiones.
En un principio, entre 1850 y 1890, la inmigración croata hacia Chile fue poco numerosa. Sin embargo, entre 1890 y 1920 es cuando se produce la ola migratoria más importante y numerosa, focalizándose principalmente en torno al Norte Grande y Magallanes.
Tras la Primera Guerra se retomó la inmigración, perdiendo intensidad en la década de 1930, y paralizándose con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.
Finalizada la guerra, un nuevo contingente de inmigrantes croatas se asentó en Chile. Estos inmigrantes venían la mayoría en condición de refugiados políticos y se asentaron principalmente en Santiago y alrededores. Esta inmigración fue menos numerosa que la anterior. A diferencia de los antiguos inmigrantes, estos nuevos inmigrantes políticos eran originarios de Croacia Central y traían consigo un mayor grado de consciencia nacional croata que los antiguos inmigrantes en su mayoría dálmatas. A partir de 1950, el arribo de nuevos inmigrantes comenzó a disminuir considerablemente, reservándose únicamente a la llegada de parientes y amigos de los croatas que ya estaban establecidos anteriormente en Chile. En cuanto a procedencia regional se refiere, la gran mayoría de los inmigrantes que llegaron a Chile eran originarios de Croacia, principalmente de las costas de Dalmacia. En Iquique se establecieron mayoritariamente los inmigrantes de la zona de Dubrovnik, e islas Hvar y Vis. A Tierra del Fuego llegaron muchos inmigrantes de Omiš y alrededores, específicamente del pequeño Mimice, mientras que en Antofagasta y Punta Arenas se asentaron los inmigrantes de Brač. La migración de varones dálmatas se debe principalmente al prolongado servicio militar en los ejércitos y armada del Emperador de Austria, a que se veían forzados los jóvenes súbditos croatas, lo que movió a muchos de ellos a evadirse de tan agobiante carga, saliendo para América en plena adolescencia. Una segunda circunstancia debió darse a fines del siglo XIX, a raíz de la epidemia de la phyloxera, que dañó gravemente hasta destruirlas a las viñas de las islas dálmatas, específicamente a Brač, lo que vino a afectar muy seriamente la economía fundamental y por consecuencia la vida de los habitantes, provocando en pocos años la emigración de buena parte de la población joven de las ínsulas adriáticas.. Al respecto conviene tener presente que la isla de Brač suministró tal vez sobre el 90% del contingente croata que arribó a Chile entre 1890 y 1930. La mayor agrupación de croatas se concentró en la región Magallanes, quienes llegaron atraídos por el auge aurífero en Tierra del Fuego. En la última década del siglo XIX vino una ola de inmigración masiva que se prolongó hasta 1930, constituyendo a la colonia croata en una de las más importantes de la región. Otro polo de inmigración importante fue el Norte Grande de Chile. Los inmigrantes que se dirigieron al Norte fueron motivados por el auge del salitre, localizándose principalmente en los puertos de Iquique y Antofagasta, pero también en las salitreras de la pampa, conformando una importante comunidad de comerciantes. Con el cierre de las salitreras, y la migración interna de los hijos croatas a las universidades, un gran número de familias croatas del norte y del sur de Chile se trasladó a la zona central del país, principalmente a Santiago, dónde se formó una nueva colonia a partir de la década de 1930. Tanto en el Norte Grande como en Magallanes los inmigrantes croatas destacaron por su unidad, constituyendo un conjunto de organizaciones que los cobijaron y les permitieron mantener su identidad. Así mismo, los inmigrantes destacaron en el ámbito empresarial, surgiendo importantes empresarios entre los que destacó Pascual Baburizza Soletić, considerado en la década de 1930 uno de los hombres más ricos de Chile. En la actualidad se estima que 200.000 chilenos descienden de croatas. Las mayores agrupaciones se encuentran en las ciudades de Antofagasta, Santiago y Punta Arenas. Cronología 1874 – Fundación en Iquique de la Compañía Austro-Húngara de Bomberos “Salvadora” N°5.
1892 – Fundación en Antofagasta de la Compañía Slava de Bomberos “Dalmacia” N°3.
1894 – Fundación en Antofagasta de la Sociedad Slava de Socorros Mutuos.
1896 – Fundación en Punta Arenas de la Sociedad Austriaca de Socorros Mutuos.
1898 – Fundación en Iquique de la Sociedad Austro-Húngara de Socorros Mutuos.
1900 – Fundación en Punta Arenas de la Sociedad Croata de Socorros Mutuos.
1900 – Fundación en Iquique del Club Slavo.
1902 – Fundación en Punta Arenas de la Compañía Croata de Bomberos.
1903 – Fundación del Club Croata de Tal Tal.
1910 – Construcción en Iquique de la Plaza Slava.
1912 – Fundación en Punta Arenas del Club Deportivo Sokol Croata.
1914 – Fundación en Punta Arenas del Comité Femenino “La Mujer Croata”.
1915 – Fundación en Antofagasta del Comité Femenino “La Doncella de Kosovo”.
1915 – Fundación en Calama de la Sociedad Slava de Socorros Mutuos.
1915 – Fundación en Punta Arenas del Club Croata.
1916 – Fundación en Antofagasta del Colegio Yugoslavo.
1926 – Fundación en Porvenir del Club Yugoslavo y del Club Deportivo Jadran.
1927 – Fundación en Antofagasta del Club Deportivo Sokol.
1929 – Fundación en Tocopilla de la Sociedad Yugoslava de Socorros Mutuos.
1931 – Fundación en Santiago de la Sociedad de Beneficencia Jadranska Vila.
1932 – Fundación en Santiago del Hogar Yugoslavo.
1939 – Fundación en Punta Arenas de la Escuela Yugoslava.
1957 – Fundación en Antofagasta del Instituto Yugoslavo de Cultura.
1958 – Fundación en Santiago del Círculo de Profesionales de Ascendencia Croata.
1970 – Construcción del Monumento al Inmigrante Yugoslavo en Punta Arenas.
1986 – Fundación en Punta Arenas del Círculo de Profesionales de Ascendencia Croata.
1989 – Fundación en Concepción del Club Yugoslavo.
1980 – 1990 Fundación de Clubes sociales en Arica, Ovalle, La Serena, ValparaÍso, Castro.
1991 – Se inicia campaña para que todas las instituciones en Chile adopten el nombre Croata.
Finalizada la guerra, un nuevo contingente de inmigrantes croatas se asentó en Chile. Estos inmigrantes venían la mayoría en condición de refugiados políticos y se asentaron principalmente en Santiago y alrededores. Esta inmigración fue menos numerosa que la anterior. A diferencia de los antiguos inmigrantes, estos nuevos inmigrantes políticos eran originarios de Croacia Central y traían consigo un mayor grado de consciencia nacional croata que los antiguos inmigrantes en su mayoría dálmatas. A partir de 1950, el arribo de nuevos inmigrantes comenzó a disminuir considerablemente, reservándose únicamente a la llegada de parientes y amigos de los croatas que ya estaban establecidos anteriormente en Chile. En cuanto a procedencia regional se refiere, la gran mayoría de los inmigrantes que llegaron a Chile eran originarios de Croacia, principalmente de las costas de Dalmacia. En Iquique se establecieron mayoritariamente los inmigrantes de la zona de Dubrovnik, e islas Hvar y Vis. A Tierra del Fuego llegaron muchos inmigrantes de Omiš y alrededores, específicamente del pequeño Mimice, mientras que en Antofagasta y Punta Arenas se asentaron los inmigrantes de Brač. La migración de varones dálmatas se debe principalmente al prolongado servicio militar en los ejércitos y armada del Emperador de Austria, a que se veían forzados los jóvenes súbditos croatas, lo que movió a muchos de ellos a evadirse de tan agobiante carga, saliendo para América en plena adolescencia. Una segunda circunstancia debió darse a fines del siglo XIX, a raíz de la epidemia de la phyloxera, que dañó gravemente hasta destruirlas a las viñas de las islas dálmatas, específicamente a Brač, lo que vino a afectar muy seriamente la economía fundamental y por consecuencia la vida de los habitantes, provocando en pocos años la emigración de buena parte de la población joven de las ínsulas adriáticas.. Al respecto conviene tener presente que la isla de Brač suministró tal vez sobre el 90% del contingente croata que arribó a Chile entre 1890 y 1930. La mayor agrupación de croatas se concentró en la región Magallanes, quienes llegaron atraídos por el auge aurífero en Tierra del Fuego. En la última década del siglo XIX vino una ola de inmigración masiva que se prolongó hasta 1930, constituyendo a la colonia croata en una de las más importantes de la región. Otro polo de inmigración importante fue el Norte Grande de Chile. Los inmigrantes que se dirigieron al Norte fueron motivados por el auge del salitre, localizándose principalmente en los puertos de Iquique y Antofagasta, pero también en las salitreras de la pampa, conformando una importante comunidad de comerciantes. Con el cierre de las salitreras, y la migración interna de los hijos croatas a las universidades, un gran número de familias croatas del norte y del sur de Chile se trasladó a la zona central del país, principalmente a Santiago, dónde se formó una nueva colonia a partir de la década de 1930. Tanto en el Norte Grande como en Magallanes los inmigrantes croatas destacaron por su unidad, constituyendo un conjunto de organizaciones que los cobijaron y les permitieron mantener su identidad. Así mismo, los inmigrantes destacaron en el ámbito empresarial, surgiendo importantes empresarios entre los que destacó Pascual Baburizza Soletić, considerado en la década de 1930 uno de los hombres más ricos de Chile. En la actualidad se estima que 200.000 chilenos descienden de croatas. Las mayores agrupaciones se encuentran en las ciudades de Antofagasta, Santiago y Punta Arenas. Cronología 1874 – Fundación en Iquique de la Compañía Austro-Húngara de Bomberos “Salvadora” N°5.
1892 – Fundación en Antofagasta de la Compañía Slava de Bomberos “Dalmacia” N°3.
1894 – Fundación en Antofagasta de la Sociedad Slava de Socorros Mutuos.
1896 – Fundación en Punta Arenas de la Sociedad Austriaca de Socorros Mutuos.
1898 – Fundación en Iquique de la Sociedad Austro-Húngara de Socorros Mutuos.
1900 – Fundación en Punta Arenas de la Sociedad Croata de Socorros Mutuos.
1900 – Fundación en Iquique del Club Slavo.
1902 – Fundación en Punta Arenas de la Compañía Croata de Bomberos.
1903 – Fundación del Club Croata de Tal Tal.
1910 – Construcción en Iquique de la Plaza Slava.
1912 – Fundación en Punta Arenas del Club Deportivo Sokol Croata.
1914 – Fundación en Punta Arenas del Comité Femenino “La Mujer Croata”.
1915 – Fundación en Antofagasta del Comité Femenino “La Doncella de Kosovo”.
1915 – Fundación en Calama de la Sociedad Slava de Socorros Mutuos.
1915 – Fundación en Punta Arenas del Club Croata.
1916 – Fundación en Antofagasta del Colegio Yugoslavo.
1926 – Fundación en Porvenir del Club Yugoslavo y del Club Deportivo Jadran.
1927 – Fundación en Antofagasta del Club Deportivo Sokol.
1929 – Fundación en Tocopilla de la Sociedad Yugoslava de Socorros Mutuos.
1931 – Fundación en Santiago de la Sociedad de Beneficencia Jadranska Vila.
1932 – Fundación en Santiago del Hogar Yugoslavo.
1939 – Fundación en Punta Arenas de la Escuela Yugoslava.
1957 – Fundación en Antofagasta del Instituto Yugoslavo de Cultura.
1958 – Fundación en Santiago del Círculo de Profesionales de Ascendencia Croata.
1970 – Construcción del Monumento al Inmigrante Yugoslavo en Punta Arenas.
1986 – Fundación en Punta Arenas del Círculo de Profesionales de Ascendencia Croata.
1989 – Fundación en Concepción del Club Yugoslavo.
1980 – 1990 Fundación de Clubes sociales en Arica, Ovalle, La Serena, ValparaÍso, Castro.
1991 – Se inicia campaña para que todas las instituciones en Chile adopten el nombre Croata.
(Entrevista a Ozren Agnić)
El salitre y la emergencia de la industria del cobre los hizo tomar la decisión de quedarse en estas tierras.
Maletas cargadas con sueños. Así podríamos resumir la llegada de familias extranjeras a nuestro país. Y aunque la historia de la humanidad es la historia de las inmigraciones, lo cierto es que nunca es tarde para abordar el aporte de quienes eligieron a Chile para comenzar una vida nueva. Así lo señaló Ozren Agnić, durante el Seminario Huellas en el alma: el aporte de la inmigración a la cultura chilena, organizado por el Programa de Artes Liberales de la Universidad Andrés Bello.
Ozren Agnić, Ingeniero Comercial, escritor y Presidente del Círculo de Profesionales y Empresarios de ascendencia Croata se reunió con los asistentes del Seminario "Huellas en el alma: el aporte de la inmigración a la cultura chilena", organizado por el Programa de Artes Liberales de la Universidad Andrés Bello y que durante 12 martes dedicará una sesión a diferentes inmigrantes que llegaron al país. Agnić explicó que en el caso particular de Antofagasta, es necesario referirse a los croatas que durante la segunda mitad del siglo XIX llegaron hasta el norte de nuestro país, entusiasmados por el excelente clima y la riqueza del salitre.
"Cuando los jóvenes croatas bajaban del barco que los había traído a Chile, muchas veces habían administradores de las salitreras que les regalaban una moneda de 5 libras esterlinas, el que rápidamente mandaban a sus familias croatas. Como ese dinero era bastante en su país de origen, los chicos quedaban impresionados y sin pensarlo comenzaban a trabajar en las salitreras del norte grande", contó Agnić.
Calama y Chuqui
Cuando el negocio del salitre comenzó a decaer, este grupo de inmigrantes extendió su campo de acción y llegó hasta la actual capital de la segunda región y sus alrededores. En esa época un grupo indeterminados de croatas se fueron a Chuquicamata y Calama donde ya se desarrollaba la minería, en ambos lugares, se dedicaron al comercio y hotelería. "En Calama, oasis en medio del desierto, instalaron negocios de abarrotes y farmacias. En esta ciudad también inicia sus actividades Policarpo Luksić (padre de Andrónico Luksić), quien se casó con una dama boliviana de apellido Abaroa, vinculada con el estaño en Bolivia."
Otro inmigrante croata destacado fue Esteban Tomić, hermano de Radomiro, ya que fue el primer gobernador de origen Croata en Calama. "Esta familia fue muy importante en la zona. Radomiro fue senador y candidato presidencial en 1970" dijo Ozren quien destaca también a las familias: Siglić, Yutronić, Hrepić, entre otros.
En Chuquicamata la historia no fue muy distinta. Un croata de apellido Defilipis asumió labores administrativas de alto nivel en la Chile Exploration Co. Por su parte Simón Marinović Guić, consiguió la concesión con los norteamericanos y fue la única persona autorizada para vender bebidas alcohólicas, refrescos y vinos en Chuqi. Dicha actividad le reportó grandes ganancias y lo transformó en uno de los personajes más ricos del norte en plena segunda guerra mundial. "Mi padre, Ivo Agnić, se trasladó en un principio a Chuqui, donde compró un comercio de abarrotes y frutos del país" luego como muchas familias los Agnić llegaron hasta Antofagasta, donde se apoderaron de las esquinas a través de almacenes, los que contribuyeron al desarrollo económico de la ciudad y a la compenetración entre ambas culturas.
"Mi padre, Ivo Agnić, durante la Segunda Guerra Mundial, fue Presidente de la organización Defensa Nacional Yugoslava, entidad que recolectaba fondos para enviar a Yugoslavia junto con pertrechos que escaseaban en dicho país". Los croatas que llegaron eran hombres de esfuerzo, que añoraban sus raíces y que hicieron hasta lo imposible por contribuir a mejorar la vida de sus familiares que no pudieron llegar hasta América, señala Ozren Agnić.
Más tarde cuando la familia comenzó a crecer Ivo Agnić decidió instalar una librería. La Barcelona se ubicaba en pleno centro de la ciudad y con el tiempo se convirtió en un centro de reuniones para intelectuales que conversaban sobre actualidad pero que finalmente terminaban haciendo añoranzas de sus tierras".
El 95 por ciento de los croatas que arribaron a Chile, provenían de la isla Brač. Eran hombres y mujeres con poca instrucción, pero con una idea clara: en esta nueva vida sus hijos serían profesionales. Y así fue. Según consigna los anales de la Universidad de Chile, la colonia Croata fue la que más profesionales aportó a nuestro país. Además entregó una serie de valores que hoy los distinguen y que el escritor Ozren Agnić enuncia con mucho orgullo: "Somos puntuales y por sobre todo respetamos la palabra". Dicen por ahí que la palabra de un croata tiene más valor que un documento escrito.
La llegada de los primeros inmigrantes croatas al sur de Chile tuvo lugar al promediar el siglo XIX, cuando Croacia formaba parte del Imperio Austro-Húngaro.
En ese tiempo el estrecho de Magallanes fue la única vía de comunicación entre los Océanos Atlántico y Pacífico. Por esa vía, transportando productos y mercancías a Chile y Perú, surcaban veleros españoles, genoveses, triestinos, ingleses y, según afirmaciones de viejos navegantes, también los de Dubrovnik.
Al llegar a Punta Arenas, posiblemente atraídos por el oro, cuya existencia en Magallanes no era desconocida por europeos, era inevitable que algunos tripulantes de veleros desembarcaran allí. Entre aquellos tripulantes casi siempre hubo croatas, lo que no resultará difícil explicar si se tiene en cuenta la secular tradición marítima croata, pues ya en los comienzos del siglo X, Croacia fue una potencia marítima de primer orden. En consecuencia, los hombres de las costas de Dalmacia y del litoral croata todo, eran siempre atraídos por el mar.
El primer registro de croatas arribados a Magallanes corresponde al de año 1843. En él aparecen incluidos 3 marineros croatas entre la tripulación del queche Magallanes. Fueron estos los croatas Antonio Letich, Esteban Costa y Antonio Zupicich, oriundos del litoral croata. Estos marineros fueron contratados por la aún joven Armada Nacional chilena, y fueron destinados a la dotación del queche Magallanes, arribando con él a las aguas del Estrecho en misión de abastecimiento y relevo del Fuerte Bulnes, erigido hacía escasos meses – en octubre de 1843. Habiendo terminado su misión, se desconoce el paradero final de estos croatas.
Años más tarde, aparecen por primera vez registrados en un censo los siguientes inmigrantes: los hermanos Mateo y Simón Paravić Randić procedente de Bakar, en el Litoral Croata; y el montenegrino Pedro Zambelić Novak, de las Bocas del Cataro. Estos inmigrantes constituyeron el primer núcleo eslavo residente en Magallanes y consignado como «austro-húngaro» en el recuento censal realizado el 6 de diciembre de 1878 por orden del Gobernador del Territorio, sargento mayor Carlos Wood. Ladenominación nacional expresada obedecía naturalmente a la condición de súbditos de la casa real de Austria-Húngria que tenían los tres inmigrantes, por haber nacido en las provincias austro-húngaras del Litoral Croata y Dalmacia sujetas a aquella soberanía.
Debieron pasar varios años antes que el reducido grupo croata creciera con nuevos inmigrantes.Recién en 1883 se agregó el joven Simón Juan Paravić Tadejević, hijo de Simón y marino de profesión. En 1885 arribó un nuevo compatriota, Mariano Matulić, originario de Postira, en la isla de Brač, quien con su temprana presencia marcaría el inicio del aporte inmigratorio de la afamada isla dálmata. Identificado así los primeros cuatro inmigrantes croatas – súbditos de Austria – es menester consignar que el Censo Nacional de 1885 señaló la existencia de nueve individuos de tal nacionalidad. Ahora bien, sabemos de la existencia anterior en Punta Arenas de algunos austríacos propiamente tales, esto es desangre germana, tres a lo menos hasta 1885, con lo que debemos concluir que para dicho año habían en Magallanes solamente cuatro inmigrantes de origen croata y un montenegrino.
En los años siguientes, nuevos tripulantes desembarcaron en aquel poblado, y se inició la inmigración propiamente dicha de familiares y coterráneos de los ya establecidos. Por encontrarse Punta Arenas, en aquel entonces, en un proceso de organización, algunos de los inmigrados participaron desde el primer momento en ese proceso, interviniendo en obras de progreso y formando parte de instituciones locales.
El hallazgo de depósitos auríferos en las islas del Sur del canal Beagle fue la causa inmediata que movió a los primeros centenares de inmigrantes entre 1890 y 1893, habida cuenta de la difusión que tan atractiva noticia hubo de tener entre ellos en Buenos Aires, por razón de relación racial con los trabajadores del rumano Julius Popper. El saldo inmigratorio que acabó por radicarse en el territorio magallánico, descontados los que regresaron, provino una vez más desde los puertos del ríode la Plata, del mismo modo como sucedió con los que arribaron por aquel tiempo para establecerse en Punta Arenas o se desperdigaron por las zonas rurales de la Patagonia y Tierra del Fuego.
Establecidos así los primeros grupos de inmigrantes, en su abrumadora mayoría varones como lo señalaría el censo de 1895 y dueños al cabo de algún tiempo de una situación económica aceptable que prometía para el porvenir, no dudaron en participar tal circunstancia a los parientes que habían quedado en la madre patria, invitándolos a trasladarse hasta las tierras de Magallanes, donde la ocupación no faltaba para gentes laboriosas. Así hubo de comenzar a operar «el llamado de parientes y amigos», común en todos los fenómenos migratorios.
A las causas señaladas, habría de agregarse aún, como razones endógenas estimuladoras de la migración de nacionales de Dalmacia, la circunstancia del prolongado servicio militar en los ejércitos y armada del Emperador de Austria, a que se veían forzados los jóvenes súbditos croatas, lo que movió a muchos de ellos a evadirse de tan agobiante carga, saliendo para América en plena adolescencia. Una segunda circunstancia debió darse a fines del siglo XIX, a raíz de la epidemia de la phylloxera, que dañó gravemente hasta destruir las a las viñas de las islas dálmatas ,lo que vino a afectar muy seriamente la economía fundamental y por consecuencia la vidade los habitantes, provocando en pocos años la emigración de buena parte de la población joven de las ínsulas adriáticas. Al respecto conviene tener presente que la isla de Brač suministró tal vez sobre el 70% del contingente croata que arribó a Magallanes entre 1890 y 1930. El bienestar que unos y otros obtendrían en la patria de adopción vino a actuar como tercera causal concurrente, estimulando al fin la marcha de terceros emigrantes hacia el distante territorio meridional de Chile.
Según fue vigorizando y expandiendo su desarrollo económico, Magallanes fue creciendo en fama y motivando una incesante corriente migratoria europea. Y si el contingente croata era apreciable en número al promediar la década final del siglo XIX, más lo fue pasando 1900, cuando nuevos aportes hicieron subir considerablemente el número de inmigrantes que vinieron a radicarse en el territorio austral chileno. De tal modo los 359 austro-húngaros contados en 1895, pasaron a ser 1.469 en septiembre de 1906, ocasión del Censo Municipal de Magallanes y 1.748, poco más de un año después, en el recuento del Censo nacional de Población de noviembre de 1907. La migración no cesó entonces, por el contrario se mantuvo sostenida, pudiéndose estimar que la cantidad de croatas radicados en el Territorio sobrepasó los 3.000 individuos en vísperas de la Gran Guerra Europea (1914-1918). La inmigración se prolongó hasta la década de 1930. A partir de este período, el arribo de nuevos inmigrantes comenzó a disminuir, reservándose únicamente a la llegada de parientes y amigos de los croatas que ya estaban establecidos anteriormente en Magallanes.
En lo que a procedencia regional se refiere, los inmigrantes que arribaron a Magallanes fueron todos, con apenas algunas excepciones, originarios de Croacia y dentro de este territorio, la mayoría era de la provincia de Dalmacia, tanto de la costa firme, como de las islas adriáticas. Mientras en la ciudad de Punta Arenas primaron los inmigrantes de procedencia isleña (principalmente de Brač), en la Tierra del Fuego se instalaron los croatas de tierra firme, primando los inmigrantes de la comuna de Omiš y alrededores. El saldo de inmigrantes croatas había nacido en el litoral que se proyecta desde Rijeka hasta las Bocas del Cataro.
Agregamos todavía que en forma singular la inmigración croata en Magallanes se radicó fundamentalmente en dos centros urbanos: en Punta Arenas, metrópolis regional y como tal sede de toda la actividad más importante y dinámica en lo social y económico; y en Porvenir, el tranquilo pueblo fueguino que los inmigrantes contribuyeron a formar, otorgándole sus características urbano-sociales que lo han señalado entre las comunidades magallánicas. Aunque pudieron trabajar en ellas, sólo por rarísima excepción los inmigrantes concluyeron radicándose en Ultima Esperanza y otras zonas del territorio magallánico. Así y todo, en Puerto Natales luego de su fundación, se fueron estableciendo a lo largo de la década de 1910 y 1920 algunos inmigrantes que dieron origen a una pequeña comunidad croata.
Los inmigrantes croatas destacaron también por su unidad, constituyendo un conjunto de organizaciones culturales y sociales que los cobijaron y les permitieron mantener su identidad, surgiendo así: la Sociedad Austriaca de Socorros Mutuos en 1896, la Biblioteca Croata en 1899, la Sociedad Croata de Beneficencia en 1900, la Cuarta Compañía Croata de Bomberos en 1902, la Estudiantina Tomislav en 1904, el Cuadro Dramático Juvenil Croata y Male Novine (Pequeño Noticiario) en 1905, el Semanario Domovina en 1908, el Club Deportivo Sokol Croata en 1912, la Sociedad de Damas Croatas y la Sociedad Anónima Croata Mercantil de Construcciones en 1914, el Hogar Croata en 1915 y la EscuelaYugoslava en 1917. En Porvenir fueron fundados el Club Yugoslavo, el Cuadro Artístico Juvenil Yugoslavo y el Club Deportivo Jadran, todas instituciones fundadas en 1926. Con la desintegración de Yugoslavia, todas las instituciones fundadas por inmigrantes croatas adoptaron el nombre croata.
La inmigración croata fue sin dudas la inmigración europea más numerosa que llegó a Magallanes, pudiéndose estimar en 5.000 los inmigrantes que llegaron a nuestra región. Sus descendientes hoy en día suman miles y se encuentran repartidos por todo el territorio magallánico, como también en otras ciudades de Chile. Se los puede encontrar en todos los campos profesionales, desde políticos y senadores, hasta escritores, poetas, ingenieros, educadores. Es sin duda la inmigración que más hijos profesionales entregó a la tierra magallánica. Algunos apellidos croatas en Magallanes son Kusanović, Ivelić, Goić, Mihovilović, Martinić, Perić, Jutronić, Ivanović, Laušić, Mimica, Tafra, Franulić, Janković, Kušćević, Guić, Mladinić, Karelović, Jerčić, Damjanović, Drpić, Martić, Ilić, Kalafatović, Ljubetić, Ružić, Šegvić, Jaman, Kunica, Vladilo, Vuković, Vukušić, Capković, Dragičević, Marušić, Mrgudić, Stanić, Cvjetković, Katušić, Utrobičić, Violić, Antunović, Pervan, Vukasović, Kovačić, Kovačević,Ursić, Žuvić, Matulić, Cvitanić, Trevižan, Srdanović, Jurjević, Smoljanović, entre tantos mas.
Videos sobre croatas o sus descendientes que, en diferentes ámbitos, se han destacado en la Región de Magallanes, radicados en esta región u oriundos de ella.
Empedrado de calles de Punta Arenas realizado por inmigrantes croatas provenientes de la Isla de Brač, en la década de 1920, mediante la técnica denominada “Kongulavanjie”, usada desde tiempos antiguos en la isla.
Los maestros de las obras fueron los croatas Jerónimo Serka de Sumartin, Slavo Bezmalinović de Novo Selo, Francisco Tonšić de Sutivan, Francisco Perić de Ložisća y Pascual Borić de Supetar.