Por María Teresa Pérez Martínez
Puentes sobre el mar, el título de la obra que hoy nos convoca, es una bella metáfora para hablar de la relación que se establece entre Chile y Croacia, a través de las palabras y las voces de los veinte escritores de ascendencia croata que participan en la antología. Los poetas, cronistas y cuentistas invitados por el Círculo de Profesionales y Empresarios de Ascendencia Croata, entre los que se incluyen algunos de los más destacados representantes de la literatura chilena actual, escribieron con talento y dedicación especialmente para este libro las obras que en él se incluyen.
No se solicitó a los autores una forma ni un tema determinados para sus creaciones, por lo que en esta antología prevalece la diversidad estilística y conviven afinadamente la historia con la ficción, el pasado con el presente, y pasajes de la historia de Chile y de Croacia con otras composiciones de diferente temática.
Siguiendo el orden que aparece en el libro, me referiré en primer lugar a los poemas y luego a los textos narrativos. En ambos casos, me centraré en los temas y estilos, ejemplificando con fragmentos representativos de algunas obras.
Los poemas
La poesía es un género literario que desafía los límites convencionales abarcando un sinfín de estilos, formas y exploraciones temáticas. La esencia reside en la emoción, en el sentimiento, en la meditación que produce el mundo exterior en el hablante, y como consecuencia en el lector.
Los poemas de esta antología tienen variadas estructuras y lenguajes más o menos experimentales y se centran en algunos de los grandes temas de la literatura y el arte en general: la naturaleza, el amor en sus diversas variantes, la condición humana y el proceso de la creación literaria.
La naturaleza
En la naturaleza los poetas de todos los tiempos han encontrado refugio, conocimiento e inspiración. En los poemas de este libro, la naturaleza es un lugar placentero. El hablante lírico se siente parte de un universo en armonía y se identifica con los elementos naturales, en comunión con su sentir.
Por ejemplo, en el poema “Cordillera”, de MLADEN MATULIĆ, la Cordillera de los Andes es una madre majestuosa y cálida que nos protege:
“Mis rodillas tocan tus pies
para tocar tu corazón de madre.
Cordillera de los Andes
siento tu mano sobre mí”.
NICOLO GLIGO nos habla del mar. El hablante se reconoce en él, con sus vaivenes de pasión y calma, y la agitación de su eterno movimiento:
“Me iré en algún momento con el viento
y el susurrar de amigos cormoranes,
seré parte de ti como hasta ahora
detrás de ese confín inalcanzable”.
Croacia, sus paisajes y ciudades se despliegan ante nuestros ojos en los poemas de ARTURO CORTE, DANILO KALAFATOVIĆ, IVÁN BRAVO y LUZ MARÍA RUIZ, para transmitirnos con su lenguaje delicado una gran admiración por sus bellezas y su gente.
IVÁN BRAVO BORIĆ nos evoca el río Sava, que recorre la ciudad de Zagreb, atribuyendo al agua del río un poder sanador:
“Sava
río grande, río triste
en mí vertiste
tu melancolía otoñal.
Dormí a orillas del Sava
y se llevó mis lágrimas
lejos, muy lejos, al mar”.
LUZ MARÍA RUIZ expresa en su poema “Semblanzas” el deseo de que la naturaleza de Croacia siga inspirando versos que, como las caracolas, convoquen a los corazonesa través de la poesía:
“Que la brisa del mar y el canto de las olas
sigan inspirando versos como dulces caracolas.
Porque en la poesía de Croacia, en su tierra y en su mar,
se encuentran los susurros de un eterno soñar”.
El amor
El amor (o el desamor), otro de los grandes temas de la poesía de todos los tiempos, no podía faltar. La poesía de ASTRID FUGELLIE, autora de más de veinte volúmenes de poemas, es valiente y rupturista, muchas veces dolorosa, pero siempre de una gran belleza. En el poema La Boda nos dice que no hay garantías para el amor y utiliza imágenes muy potentes para sugerir que la tristeza del novio es un presagio de la ruptura que vendrá más adelante, inevitablemente.
“Con certeza
nadie avaló el enlace:
ni el relato del obispo, ni el arroz de los ilustres,
ni el enojo de los ausentes, ni las monedas
de siete caras,
ni el terno que vestías, ni mi traje deslumbrante:
baste observar aquel ventanal donde tus ojos
clavan:
me miras tan tristemente”.
La miseria de la condición humana aparece en los dos textos de CHRISTIAN FORMOSO antologados. Para este poeta magallánico, doctor en literatura,cada obra es un territorio con una estructura orgánica propia. El título Si de noche todo se ve pavoroso, a la luz de la mañana se verá peor nos dará algunas pistas para descifrar el contenido de su poema de tono existencialista.
“Si la noche te ha permitido ver
con la claridad bastarda
y cruda de la insignificancia
la mañana no tendrá dominio
sobre la fábula de la luz”.
Si la claridad de la noche es mínima y la luz del día es una quimera. Entonces ¿qué posibilidad tenemos de conocer lo que nos rodea?
Y JUANANDRÉS MORALES MILOHNIĆ poeta y autor de numerosos ensayos sobre poesía, nos habla precisamente del proceso de la creación poética. No es fácil ser poeta nos dice, no es fácil lograr la sugerencia expresiva. Pero aunque los vocablos no sepan ni puedan decirlo todo, aunque hablen de la derrota, la poesía es siempre una victoria sobre lo innominado. Y así nos describe al poeta:
“su corazón, que dicen, alado y en desdicha,
su corazón terrible, en el espejo siempre,
firmando algún poema que no tendrá destino
temblando ante el desierto de una vaga eternidad”
La Narrativa
Las crónicas
En el subtítulo del libro se hace una diferencia entre cuentos y relatos. Entenderemos en este caso el relato como una crónica, es decir, un texto que pretende informar sobre sucesos que ocurrieron en la realidad con una evidente presencia del autor en la narración. Pertenecen a este grupo, los trabajos de Marco Barticević, Guillermo Kegević y Alejandro Violić.
MARCO ANTONIO BARTICEVIĆ explica cuál es la diferencia entre austríaco y austriaco y luego nos cuenta sobre los inmigrantes austriacos en Magallanes y cómo se fue perdiendo el uso del idioma croata entre sus descendientes. El texto incluye un interesante discurso en croata que fue pronunciado durante la primera asamblea del Club Deportivo Sokol, en 1912, con su correspondiente traducción.
GUILLERMO KEGEVIĆ nos comparte un emocionante viaje en familia al pueblo de Sutivan, en la isla de Brač.
Y ALEJANDRO VIOLIĆ en “Recuerdos de mi pasado” nos ambienta en la primera mitad del siglo XX en Magallanes, con una descripción muy amena de los elementos que formaron parte de su infancia y juventud, sumando también interesantes reflexiones en torno a esos recuerdos.
“Es posible que la forma tan argentina de expresarse (con el “che” incluido) que caracterizaba a los magallánicos hasta hace unas décadas se debiera, no solamente al hecho de escuchar diariamente las radios argentinas, sino que también a que se proyectaban muchas películas producidas en ese país, en las que los actores hablaban con ese acento tan típico. Sumado a esto, se debe agregar que las revistas semanales que más se leían en ese entonces, eran las argentinas Para Ti, Billiken, Tit-Bits, y El Gráfico, entre otras, que llegaban por vía marítima”
Los cuentos
En este libro hay historias que se remontan al pasado y otras que se sitúan en la sociedad contemporánea, como el cuento “Parejas jóvenes” de PABLO FRANETOVIĆ. La mayoría se ambientan en Magallanes, al igual que las crónicas, y el resto principalmente en Santiago o en Croacia. Sin embargo, son todas narraciones realistas, excepto el cuento“ Restorán La Traviata”.
En “Restorán La Traviata”, ARTURO CORTE nos traslada al mundo de la ópera a través de una experiencia mágica bellamente contada.
¿Sueño o realidad onírica ese milagro de amor y de música que espera al desencantado protagonista, en un restorán perdido entre muros de ladrillo y adobe?
“Recorría las pocas cuadras que faltaban para llegar al Restorán La Traviata un poco cabizbajo, como todos caminan hoy entre los senderos de cemento de la ciudad, igual como las cucarachas entre las piedras, sin mirar nunca al cielo, mientras la inclemente lluvia de un sábado de abril entumecía mi cuerpo hasta los huesos”
Los cuentosde JUAN MIHOVILOVICH, ensayista, cuentista y prolífico novelista, se caracterizan por una atmósfera extraña de tonos oscuros, que él ha llamado “realismo patético”. Un descenso hacia lo recóndito de la interioridad de las emociones humanas, a esos pliegues del corazón donde anida de modo permanente la vieja confrontación del bien y del mal.
El cuento “Síndrome de la mano” nos atrae y nos perturba al mismo tiempo. Su ambiente y su protagonista obsesionado con la muerte y el asesinato, incapaz de autocontrol, nos recuerdan los relatos de terror de Edgar Allan Poe.
“Pues bien, mi mano es por completo autónoma de mi ser más íntimo. Y al decir íntimo señalo, por extensión, mi endeble estructura corporal. Desde mi afiebrado cerebro he intentado vanamente controlar la independencia creciente de mis dedos de la mano derecha”
Y nos preguntamos como lectores:¿Hasta dónde podrá llegar la autonomía de esta mano derecha? ¿Será realmente autónoma?
GUILLERMO MIMICA, cuyos protagonistas son hombres mayores que por razones muy distintas enfrentan la ciudad, nos sitúa en el Santiago actual. Su pluma nostálgica trasluce emociones y reflexiones que hablan de idas y regresos y de la transitoriedad del ser humano.
Nicolás, el protagonista de “El puente del Arzobispo en el Sena”, es un hombre de 89 años que vive solo. Perdido entre sus mejores recuerdos de juventud, Nicolás se aburre en el encierro de su hogar, especialmente esa mañana de martes en que no irá la cuidadora:
“Sus opciones eran simples: permanecer en su departamento y mirar alguna película en la televisión o ir a pasear por las calles de París”.
Y salió a caminar. Sin embargo, Nicolás no está en París, está en Santiago de Chile.
¿Qué le deparará nuestra ciudad capital a este personaje que ha perdido la costumbre de deambular por sus calles?
Con ese humor y una cierta dosis del pesimismo que lo caracteriza, RAMÓN DÍAZ ETEROVIĆ, considerado el más importante escritor del género policial en Chile, nos interna en el mundo del crimen con dos magníficos cuentos, de acción muy rápida, cuyos personajes principales son hombres machistas e indomables, como Ovando, el protagonista del relato “Mensajes del viento”, una historia fundada en el malentendido que se genera en un programa radial identitario de la comunidad magallánica:
“Mallea atendía de nueve a doce de la mañana a las personas que venían a entregar sus mensajes para que fueran incluidos en el programa más escuchado en la región: Mensajes al viento. Eran textos simples en los que las personas entregaban una información que, la mayoría de las veces, sólo los interesados conseguían decodificar: a Pedro Huenún, en la estancia Amapola, se le avisa que el chancho estará a las ocho en el portón; a Jacinto Leiva, de la estancia Margarita, su esposa le encarga que traiga cinco kilos de lo mismo de siempre; a doña Eugenia, en el puesto el Farol, que ponga todas las noches sus pies a remojar en salmuera”
¿Qué pasaría si Mallea se equivoca al transmitir un mensaje de la mujer de Ovando? Habrá que leer el resto de la historia…
NILO COVACEVICH habla de otro elemento característico de Magallanes, los cruces de Punta Arenas a Porvenir en barcaza, que de por sí son difíciles debido a las condiciones climáticas, pero que son peores cuando se viaja en un auto muy, muy viejo. El auto y las inclemencias del tiempo convertirán el viaje en una pesadilla.
“Cuando nos tocó embarcar el tiempo había empeorado generando un respetable oleaje. Completaba el borrascoso cuadro el ulular del viento y los tristes silbidos de las aves marinas”.
A todos los que han vivido en Magallanes esta descripción sin duda les habrá traído algunos recuerdos…
Y finalmente me referiré al tema de los emigrantes croatas.
En el libro hay cinco relatos en torno a este tema y todos coinciden en la representación del perfil del emigrante croata. Hombres jóvenes que llegan a nuestro país a fines del siglo XIX o en la primera mitad del siglo XX huyendo de las Guerras Mundiales, del prolongado servicio militar que estaban obligados a prestar como súbditos del imperio austro-húngaro o de la pobreza. Esforzados, dispuestos a trabajar en lo que se presentara, se radican principalmente en Magallanes o en el Norte Grande.
Mención especial dentro de este grupo merecen dos cuentos que se ambientan en Tierra del Fuego y que están relacionados con el pueblo selknam. Estas historias
nos hablan de violencia, opresión y asesinato, y del choque entre dos culturas, pero también de la amistad y el amor entre personas de distintas etnias, y muestran una gran sensibilidad de parte de los autores por el sufrimiento de este grupo humano tan maltratado y casi extinto.
Jure Gradić, el personaje de HÉCTOR LEYTON COVACIĆ, llega a Tierra del Fuego a fines del siglo XIX. Es ovejero, pirquinero y más tarde, parcelero. Cuando contrata como peón a un joven selknam, entabla con él una linda amistad…
“En este almacén había cuatro indígenas. A Jure le llamó la atención el menor de ellos, tanto por su contextura, como por su semblante que no tenía el abatimiento y la desesperanza que reflejaban sus compañeros. Se acercó a él, le preguntó su nombre y este le respondió en su lenguaje nativo selknam, que para los croatas era impronunciable. Entonces le dijo: “Te vas con nosotros, pero te vamos a llamar Male” (muchacho, en croata).
Davor, de NICOLO GLIGO, deja la isla de Brač y se radica en Porvenir, donde trabaja como pirquinero y puestero. En un enfrentamiento con unos forajidos rescata a una joven selknam y se enamora de ella.
¿Qué sucederá con esta amistad y este amor en ese entorno de persecución e intolerancia?
Y desplazándonos hacia el continente… en la pluma de DANILO KALAFATOVIĆ conoceremos a Anto, que emigra en 1933 y se establece en Punta Arenas. Él ha hecho una promesa a su novia Mare, que lo espera en Croacia: “no bien junte algo de dinero, te voy a mandar a buscar para que te vengas conmigo y nos casemos”.
Drago Leontić, de MARIO TORRES DUJISIN, es el único de los protagonistas que emigra al norte de Chile, a Antofagasta. Llega alrededor de 1900 y trabaja en las salitreras. Drago es un hombre político, que sueña con la unificación de los eslavos del sur.
Y DRAGICA VUKELIĆ nos presenta a Savko Podravac, a quien la narradora llama “tío”. Savko llega a Chile en 1945 desde Pula y se radica en la zona central. Añora regresar a su país y reencontrarse con su novia.
Situada en una pequeña iglesia del pueblo de Pula, la narradora recuerda a su querido tío:
“Antes de irme de Pula, mis pensamientos vuelven a Chile una vez más, al momento de su partida, cuando le di el último adiós antes de sepultarlo al lado de mi padre. Pienso que de ese modo seguirán acompañándose y haciendo música, mi tío con su acordeón y mi padre con su guitarra, esperándonos para formar un semicírculo y bailar un “kolo“ eterno”.
Los invito a leer estos cuentos y conocer sus desenlaces. Estos personajes y sus historias representan en cierto modo las vidas, motivaciones y desventuras de todos los antepasados de los descendientes de croatas en Chile. Sus sueños, sus amores, sus penas y alegrías y la nostalgia, esa nostalgia que todavía vive en el corazón de las nuevas generaciones como si la hubieran heredado.
Y así el libro se convierte en un puente.
Seljka Lovrenčić, doctora en literatura de la Universidad de Zagreb, vicepresidenta de la Sociedad de Escritores Croatas y la traductora literaria de mayor renombre en Croacia, en el prefacio de la obra nos dice:
“En este puente, están tejidas las voces de 20 autores, poetas y prosistas, (algunos aparecen en ambos papeles), que nos dan un potente mensaje que sigue desarrollando los lazos establecidos entre dos países hace más de un siglo y que son cada vez más sólidos y fuertes gracias a los escritores”.
Este tejido de palabras no solo nos lleva desde nuestro país a Croacia la bella, como la llama Danilo Kalafatović, sino que también comunica las voces de poetas y narradores a través de la loca geografía de Chile y une el pasado de los emigrantes croatas con el presente de sus sucesores en un acercamiento fraternal.
Espero que el libro les guste, que se rían, se sorprendan y se emocionen con estas veinte voces que han querido colaborar con orgullo en este homenaje a sus ancestros.
Muchas gracias por su atención.