Skip to content

Editorial Diciembre 2024: Que la adversidad no doblegue nuestro actuar

No es una impresión, sino una certeza: asistimos al deterioro de los pilares que sustentan el modelo societal imperante dentro de esta suerte de abstracción geopolítica, de la que tanto Chile como Croacia forman parte, y que llamamos “Occidente”. Este fenómeno corrosivo es multifacético y generalizado; solo sus grados varían según tiempos y lugares, pero la dinámica es una, y es constate. Las alertas se encuentran encendidas.

En Croacia, la corrupción provoca estragos. Formalizados por cohecho en la compra de material tecnológico; nada menos que el ministro de salud, junto a varios directores de hospitales, se encuentran en prisión desde hace unos días. Se trata de un caso reciente entre varios del mismo tipo. Y es dentro de este contexto de descontento y apatía que tendrán lugar las próximas elecciones presidenciales, fijadas para el 29 de diciembre.

En Chile, las instituciones — no solo políticas, sino también sociales, culturales, religiosas y hasta deportivas — de cuyo funcionamiento solíamos enorgullecernos, hoy parecen hacer agua por todas partes y se encuentran profundamente desacreditadas ante una opinión pública que busca soluciones urgentes a los numerosos problemas que la aquejan.

Y sucede que, en esta espiral que va en descenso, al mirar a quienes están cerca de nosotros, constatamos que nos mantenemos en pie y que, aun con todos los problemas a cuestas, marchamos mejor que muchos otros. Triste, pero no menos real constatación.

Dentro de este entorno, que a veces condiciona y aprisiona el actuar cotidiano, justo sería preguntarse cómo podemos reaccionar para desembarcarnos de este proceso descendente. Probablemente, cada cual ya lo ha hecho, adoptando decisiones y comportamientos que constituyen sus opciones de vida.  

Como CPEAC, nos imponemos la obligación de seguir avanzando por una ruta serena; la única posible la que, de buena fe, creemos que es la correcta. Porque existen causas y logros nobles que la liviandad de los medios de comunicación invisibiliza y por los que vale la pena continuar nuestro derrotero, e inclusive asumirlo aún con más ahínco. No todo es gris ni desalentador; muy por el contrario. A lo lejos aparece el horizonte de lo razonable y posible, y en perspectiva, también percibimos la esperanza y los sueños. Y si acaso auscultamos con atención los latidos del cuerpo social que palpita en nosotros, podremos apreciar que los valores recibidos son también transmitidos, que el esfuerzo y el trabajo premian, que la solidaridad está vigente y presente, que el respeto y la tolerancia priman ante la irreverente arrogancia de la ignorancia. Porque nos lo enseñaron desde niños, sabemos diferenciar lo bueno de lo malo, y en esta elección no nos perdemos fácilmente. Nuestras acciones no hacen ruido porque no son estridentes ni buscan la admiración de la tribuna. Son, simplemente, pequeñas cosas; granos de arena acarreados por hormigas que buscan hacer un dique de contención al deterioro, o imitar a las abejas que endulzan la vida con la miel que genera su trabajo anónimo y humilde, pero tenaz. Ser como aquellas obreras que van dejando su rastro e irradiando su dulzura hacia toda la sociedad, parece ser entonces el mejor camino por el que hemos optado.

Los profesionales de ascendencia croata buscamos situarnos en esta perspectiva: la del optimismo y la acción, la del diálogo fraterno, la del hacer, sobrepasando estériles debates; y con las manos limpias y abiertas. Así, provistos con esos básicos principios, buscamos servir a nuestros dos países con esas acciones que se van sumando y uniendo para lograr obras con vocación a trascendencia.

El propósito es simple: queremos dejar a hijos y nietos un mundo habitable y fraterno, humano, donde, sobre todo, primen los valores heredados que aspiramos a legar.

Que las fiestas de diciembre sean de grata alegría familiar y constituyan, también, un momento de reflexión y compromiso.

4 Comentarios

  1. Mis felicitaciones y reconocimiento por el excelente y profundo Editorial de diciembre No puedo menos que compartir todas las sinceras y profundas reflexiones, sobre la actual realidad en nuestras sociedades chilena y croata , con la evidente crisis de las instituciones custodias de los más caros valores de nuestra democracia occidental.
    Es tambien una invitacion y compromiso a seguir con positivismo y pragmatismo desde CPEAC con la noble tarea, entre varias, como la de seguir fomentando los lazos solidarios, de nuestras comunidades chileno croatas, con diversas actividades sociales, culturales, deportivas y con los destacados esfuerzos de llevar siempre nuestros valores y el alma croata prendida a nuestra voluntad para actuar.
    Fruto de tal compromiso, es también, la gran labor realizada con una escuelita de Cerro Navia, la que lleva con orgullo y compromiso el nombre de «Escuela República de Croacia»

  2. Muy bueno el análisis realizado donde se toca el tema de dos países que sufren el mismo flagelo Chile y Croacia. Lástima para nuestra diáspora. También se divisa un tema global. Para terminar entregándonos los parabienes de las fiestas para terminar el año. Felicitaciones al autor buena pluma y excelente desarrollo de las ideas.

  3. En tiempos de globalización y desarrollo de la tecnología a niveles inimaginables se hace necesario defender la ética social y profesional de quienes creemos que la dignidad humana es para todas las personas un derecho , independiente de raza,género,religión u otra condición social. Los valores y las virtudes educadas desde la infancia deben seguir siendo base fundamental de la convivencia social …que la esperanza se mantenga para lograr mejores sociedades sin corrupción, trafico de influencias ni violencia en todas sus formas. Saludos fraternos con paz amor y buenaventura en Navidad.

  4. Sus comentarios estimulan nuestro trabajo. Gracias.


Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *