Datos personales y familiares.
Nuestro Personaje Destacado, Ágata Gligo Viel, nació en 1936 en Punta Arenas, ciudad en que cursó sus estudios primarios y secundarios al igual que sus hermanos María Eugenia, Nicolo y Eugenio. Los hizo en el Colegio Salesiano María Auxiliadora.
Hija de don Eugenio Gligo G., nacido en Bobobišće na moru (Isla de Brač, Croacia) y Ágata Viel Vitali, nacida en Savona, pero de familia del Alto Véneto, Italia. Ágata vivió la mayor parte de su niñez y juventud en Punta Arenas, pero residió también en Porvenir, Tierra del Fuego, y en Estancia María Eugenia, cercana a Porvenir.
Casada con Luis Brahm Menge (Magister en Geografía y profesor de Antropología Socio-cultural en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Chile), tuvo dos hijos: Luis Cristóbal (ingeniero civil electrónico) y Sebastián (periodista y cineasta).
Vida profesional y literaria. Premios. Membrecías.
Estudió leyes en la Universidad Católica de Chile. Brillante alumna, al egresar obtuvo la máxima distinción como estudiante, el Premio Tocornal.
Se recibió como abogada en 1960 y su tesis, “La Tasa de Gamboa”, fue galardonada con el Premio de la Academia Chilena de Historia y el Premio de la Fundación Internacional Ricardo Levene en Buenos Aires.
Hizo estudios de posgrado en Francia. Junto a todo esto, fue invitada por la Universidad de Georgetown en EE.UU.
Ejerció como abogada de la Corporación de la Vivienda y del Ministerio de Vivienda y Urbanismo de Chile.
En la década del 80 desarrolló una profusa y notable labor como crítica literaria, siendo columnista en el Diario La Época y en la Revista Mensaje. Bajo su pluma crítica y sutil pasaron Ariel Dorfman, Pablo Neruda, Diamela Eltit, José Donoso, Juan Guzmán Cruchaga, Bryce Echenique, Braulio Arenas, Francesca Duranti, Mauricio Wacquez, Carolina Andonie Dracos, Enrique Lafourcade, y tantos otros personajes.
Gran escritora de dimensiones latinoamericanas. En 1984 publicó el ensayo biográfico “María Luisa”, sobre la célebre escritora chilena María Luisa Bombal, obra por la que obtuvo el Premio Municipal de Santiago en 1985 y el Premio Academia de la Academia Chilena de la Lengua. En Viña del Mar se le otorgó el Premio María Luisa Bombal 1984. “María Luisa” fue nominado Libro del Año por la Revista Panorama Literario. Además, fue considerado por una encuesta del diario La Época entre los 20 libros más importantes de la literatura latinoamericana de todos los tiempos.
Su segunda novela “Mi pobre tercer deseo”, fue muy ponderada por la crítica literaria especializada. En esta misma línea escribió cuentos como “Pasaje privado”, “Nueve horas de frío”, “La bicicleta”. Este último ganó el Primer premio en el Concurso Bata.
Ya bajo el gobierno de Ricardo Lagos fue nombrada la primera directora de la División de Cultura del Ministerio de Educación, organismo que después evolucionaría hacia el Ministerio de la Cultura. Allí desarrolló una intensa labor habiendo impulsado la creación del FONDART y la Ley del Libro. Permaneció dos años en el cargo de directora, al que renunció por motivos personales.
Su éxito como escritora y su eximia calidad de crítica literaria la proyectaron internacionalmente. Participó en diversos encuentros, especialmente en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y de Guadalajara. Dio muchas conferencias en varias ciudades del país. En 1987 escribió el prólogo de “El mundo silenciado de las mujeres”, de Dorothy Smith. Estuvo muy ligada a la Sociedad de Escritores de Chile, y fue Miembro Honoraria de la Fundación Pablo Neruda.
Admirada por su inteligencia, cultura y belleza, fue reconocida como una de las escritoras del más alto nivel literario que ha tenido Chile. José Donoso, gran admirador de Ágata, le dedicó “El Mocho”, su última novela. Andrés Sabella ponderó su libro María Luisa como un “…modelo de biografía moderna”. Antonio Avaria: “Diario de una Pasajera… gana un puesto singular en la literatura chilena”. Antonio Rojas Gómez: “Ágata… eleva el nivel de la narrativa chilena”. Ernesto Livacić la definió como “…la más eximia escritora entre los descendientes croatas del país”.
Su prematura muerte en 1997 fue destacada profusamente en los diarios y revistas chilenos, además de ser noticia en el extranjero. En Ciudad de México, al año de su fallecimiento, se le rindió un homenaje en el Aula Magna José Vasconcelos del Centro Nacional de las Artes. Su libro póstumo, “Diario de una Pasajera” sumó otro galardón más a los numerosos obtenidos en vida: el Premio del Círculo de Críticos de Arte de Chile 1997.