Skip to content

No quiero que mi verso muera – La diáspora croata en Chile en tiempos de las salitreras (De la revista «Ojala», editada en Hamburgo)

Luz María Ruiz nos escribe desde Chile y nos hace llegar un poema escrito en la diáspora por su madre croata, Irma Luz Urquieta Mezzic. Los poemas de Irma Luz – como el que aquí presentamos – son trabajos para la construcción de memoria en la diáspora y símbolos de amor desinteresado a todo lo que tenga rostro humano. Con el paso del tiempo Luz María ha publicado el poemario de su madre y, al enviárnoslo, ha escrito una reseña histórica corta de la diáspora de gente de Croacia en Chile. En primer lugar el poema, más abajo el texto sobre la diáspora.

Ojalá, tercer trimestre de 2024. Hamburgo.

.

Portada del libro

No quiero que mi verso muera

No quiero que mi verso muera

cantándole sólo al hermoso día

a la oscura noche

y plateadas estrellas

¡Quiero que conozca la tierra

y que siembre en ella!

Por eso… vete mi verso

vagando por el mundo

vete riendo y llorando

y con tu cantar profundo

llega a ser tan altamente fecundo.

Llega al hogar lejano,

llega al hogar más rico,

llega al hogar más pobre

y déjales en sus manos

la riqueza de tu nombre.

Camina con los enamorados

enséñales a soñar

y que de sus manos tomadas

te sepan recitar

llega hasta esa madre

que pronto dará a luz

un hijo lindo y rosado

y entrégale tu juventud

y al recién nacido

siémbrale su camino

cantares y con gozos

que los tiene merecido

y al padre… dale la gloria

de ese mi hijo querido.

Juega con los niños buenos

y a los niños malos

enséñales a jugar

para que en un mañana cercano

lleguen a ser ciudadanos

dignos de respetar.

Acompaña al que viaja solo

y va como buscando

una cálida amistad

Da reposo al que cansado

busca desesperado

un rincón donde descansar.

¡Llega hasta el hombre preso!

y entrégales en un beso

toda tu felicidad.

Ve donde el hombre que ríe

ve donde el hombre que llora!

¡Consuélalos! …ve con ellos…

¡Verso mío después de haber cumplido

¡no importa que te mueras!

Ya en la tierra habrás dejado

un camino, una huella.

¡Un verso muy profundo, con semilla buena!

La Diáspora Croata en Chile en Tiempos de la Salitreras

La historia de la diáspora croata en Chile es un relato de coraje, perseverancia y adaptación, especialmente durante el auge de la industria salitrera en los siglos XIX y XX. Este grupo migratorio dejó una huella profunda en la sociedad chilena, contribuyendo significativamente a su desarrollo económico y cultural.

Contexto Histórico y Motivos de la Migración

A finales del siglo XIX, Croacia estaba bajo el dominio del Imperio Austrohúngaro. Las dificultades económicas, la falta de oportunidades y las tensiones políticas impulsaron a muchos croatas a buscar un nuevo comienzo en tierras lejanas. Chile,  con su próspera industria salitrera, ofrecía la promesa de empleo y un futuro mejor. La producción del salitre, fundamental para la fabricación de fertilizantes y explosivos, convirtió a Chile en un destino atractivo para los inmigrantes en busca de oportunidades.

Llegada y Asentamiento en las Salitreras

Los primeros croatas llegaron a Chile a fines del siglo XIX, instalándose principalmente en las provincias del norte, en áreas como Antofagasta, Iquique y Tarapacá, epicentros de la actividad salitrera. Las condiciones de vida y trabajo en las salitreras eran duras; sin embargo, los croatas se destacaron por su habilidad para adaptarse y prosperar en un entorno exigente.

Impacto Cultural y Social 

La diáspora croata no sólo se integró en la economía local, sino que también dejó una marca indeleble en la cultura y sociedad chilena. Establecieron clubes sociales, escuelas, parroquias, donde celebraban festividades y mantenían sus costumbres. Estos espacios se convirtieron en centros de encuentro y preservación cultural, fortaleciendo el sentido de comunidad de los inmigrantes. El Club Croata de Antofagasta, fundado en 1916, es un ejemplo emblemático de cómo los croatas preservaron su identidad cultural mientras se integraban en la sociedad chilena. Este club, junto con otros similares en Iquique y Santiago, promovió actividades deportivas, culturales y educativas, consolidando los lazos entre los miembros de la diáspora y con la sociedad chilena en general.

Integración y Legado

Con el tiempo, los croatas se integraron plenamente en la sociedad chilena, contribuyendo a su diversidad y riqueza cultural. La segunda y tercera generación de croatas-chilenos continuaron destacándose en diversos ámbitos, incluyendo la política, la educación y las artes. Figuras destacadas como el ex Presidente Eduardo Frei Montalva, de ascendencia croata, y muchos representantes de la política actual, ejemplifican la profunda integración y el impacto de esta diáspora en la historia chilena.  

Conclusión

La diáspora croata en Chile, especialmente durante la época de las salitreras, es una historia de éxito y contribución significativa a la sociedad chilena. A través de su arduo trabajo, espíritu comunitario y adaptabilidad, los croatas dejaron una marca perdurable en el norte de Chile y en el país en general. Su legado perdura en las tradiciones culturales, las estructuras sociales y las contribuciones económicas que siguen beneficiando a Chile hasta el día de hoy.  

Por esta razón y en el ánimo de preservar el legado de sus ancestros, la chilena Luz Maria Ruiz Urquieta, descendiente de croatas, hoy quiere reconocer a su madre, Irma Urquieta Mezzic, brillante matrona, quien ya emprendió el Viaje Eterno y rendirle un tributo a través de la publicación del libro “Poemas de una Matrona” que es una recopilación de muchos de los poemas que Irma, desde muy joven escribió a lo largo de su vida.

Esperamos que todos, en la medida de lo posible,  puedan rescatar y valorar sus raíces y preservar la memoria, a través de transmitir ese amor a sus descendientes y a sus comunidades.