Editorial Agosto 2024. Con el estímulo de agosto

Nuestra cultura popular, no desprovista dehumor, ha creado una suerte de mito que se cierne sobre el mes de agosto. Húmedo, sombrío y frío por excelencia, se le asimila con desgracias. Hay personas – sobre todo las de cierta edad – que hasta suelen celebrar en septiembre el haberlo pasado sin enfermedades y en vida. En el fondo, son treinta días de los que se busca huir de prisa. En este sentido, agosto no solo es el mes en el que los gatos más maúllan en busca de acoplamiento, sino, además, constituye una especie de desafío para una parte de los chilenos.

En el verano cálido de Croacia, en agosto, la naturaleza se agosta.

Pues bien, ya estamos en agosto. Y con ese mismo espíritu de liviandad que lo hace fatídico, expresamos nuestros mejores deseos a aquellos socios y amigos que manifiesten ciertas aprensiones “agostinas.”

En el plano deportivo, el éxito no ha acompañado a Croacia últimamente eliminada, prematuramente, del campeonato europeo de fútbol con un equipo que brilló muy poco; tampoco pudo clasificar para los juegos olímpicos de París en básquetbol, disciplina en la que se cifraban muchas esperanzas, perdiendo su cupo en última instancia frente a la República Dominicana. Un revés en dos deportes masivos, donde habitualmente Croacia destacaba por sus excelentes resultados. Pero los juegos olímpicos en curso tienen muchos otros deportes y confiamos en que el relevo en el éxito se producirá en estos días. En la temporada veraniega, junto al turismo masivo que moviliza grandes energías, los croatas también se dan el tiempo para alentar a sus representantes que compiten en la capital gala. Sus victorias serán las nuestras.

Las recientes inclemencias del invierno chileno, no han impedido que las organizaciones de ascendencia croata sigan manifestando presencia. Conciertos, almuerzos de camaradería, conferencias, reportajes televisivos y encuentros, han marcado el mes de julio y continuarán desarrollándose en agosto. Al grupo de música Daleko, al Hrvatski Dom de Valparaíso, al Club Croata de Punta Arenas, al Estadio Croata, a Duša Hrvatska, organizadores de estos eventos, nuestro saludo fraterno y nuestras felicitaciones.

Por su parte, el CPEAC ha estado activo durante estas semanas, tanto en Santiago como en Croacia. Una charla histórica y testimonial acerca de la presencia de los inmigrantes croatas en el norte chileno fue organizada en el colegio República de Croacia de Cerro Navia. Dentro del marco de una presentación literaria realizada en Zagreb, se informó, tanto a instituciones locales como a la prensa y a la Embajada de Chile en Croacia, sobre nuestra misión y actividades. Nos reunimos además con un destacado historiador y profesor de la universidad de Zagreb a quien recibiremos próximamente en Chile junto a la Universidad Católica y otras instituciones y tuvimos un encuentro de colaboración con el director de la biblioteca de Sutivan (isla Brač), entidad que reúne la más importante colección de obras de escritores chileno – croatas en ese país.

Lo programado para agosto es importante y constituye un verdadero desafío: Primeramente, una cena-conferencia tendrá lugar este mes, en la que se evocarán aspectos relacionados con la inteligencia artificial; la antología de poemas y cuentos de autores chileno-croatas estará terminada y pronta a publicarse, sostendremos encuentros con diversas instituciones para difundir nuestras acciones y solicitar ayuda destinada a la realización de proyectos. Por otra parte, los trabajos de habilitación de la plaza Croacia de Cerro Navia entrarán en faena, lo que significa para nosotros la entrega de decenas árboles, para lo cual nos estamos movilizando y necesitamos de la contribución de socios y amigos. En resumen, una agenda cargada de actividades cuyo objetivo es marcar presencia croata en nuestro país y difundir su cultura. En los próximos días les estaremos informando específicamente de cada una de estas actividades a través de comunicados, denuestro sitio www.profesionalescroatas.cl, así como por redes sociales.

Nuestra reflexión final sería entonces esta: “estamos seguros de que, al igual que los gatos de la leyenda del campanario de la iglesia de Sutivan, no solo pasaremos un buen agosto, sino que multiplicaremos por doquier nuestra presencia.”