Registrarse como socio(a) en el CPEAC

Para registrase como socio(a) en el CPEAC debe enviarnos al correo cpeac1965@gmail.com, la siguiente información:

Nombres y apellidos paterno y paterno; Profesión o actividad; E-mail, en lo posible personal; Teléfono, en lo posible celular; Dirección particular o de trabajo; Ciudad y comuna; Breve explicación de la ascendencia croata, por rama paterna o materna en cualquier grado.

Confirmar la aceptación de los siguientes ESTATUTOS (Presionar el enlace para verlos).

Realizar el pago de la cuota anual de $25.000 (año 2024), a transferir al Banco Estado, Nombre CPEAC, RUT 65.127.019-7, Cuenta corriente 34600004257, mail: rdoberti@mi.cl, Rodrigo Doberti Kalafatović, Tesorero.

Solo se publica en la página Nuestros Socios el nombre y apellidos y la profesión o actividad de cada socio o socia.  

Editorial Julio 2024. Cooperación: una clave para mejores logros

Nos falta tanto por hacer que, a veces, nos preguntamos si será posible alcanzar las metas que nos hemos trazado. Tan alta vemos la vara que mide nuestros objetivos, que hasta sentimos el riesgo de desfallecer en la carrera.

Aunque esta pregunta podría referirse a ámbitos importantes del entorno en que vivimos, como por ejemplo: nuestro actuar para preservar el planeta del permanente deterioro de la naturaleza, el que la ciudad donde vivimos se haga respirable (en sentido propio y figurado) y, más amigable en lo cotidiano, el necesario diálogo para mejorar el mundo y el país, con un mayor desarrollo social, cultural y económico en beneficio de la gente, etc., nosotros nos la hacemos también al analizar las tareas que programamos y emprendemos en el CPEAC.

Aun cuando nuestra acción es muy acotada, somos conscientes de que nos falta muchísimo por hacer. Nos parece necesario entonces esforzarnos más para cumplir con esa gran misión que es común a todas las organizaciones de la comunidad chileno-croata: preservar la identidad de la extensa nación que nos une, y difundir sus valores y cultura en este país que acogió generosamente a nuestros padres y abuelos, y al que pertenecemos. Estimamos que se trata de una suerte de deuda que hemos heredado y asumido con satisfacción.

Así, ponemos nuestra energía y voluntad en acompañar eficazmente las orientaciones de las autoridades croatas expresadas a través de sus representantes en Chile y desplegarlas conforme a nuestros objetivos y posibilidades materiales. De esta forma, estimamos ser gestores y protagonistas de los vínculos existentes entre Chile y Croacia, labor que implica, por una parte, una óptima coordinación entre la Embajada de Croacia y las organizaciones que conforman la comunidad residente y, por la otra, la colaboración generosa entre las diferentes instituciones que representan a los descendientes de croatas en nuestro país.

Hay acciones en las que, hoy en día, la colaboración se hace más necesaria que nunca. Dos ejemplos concretos ilustran esta afirmación: Primeramente, los esfuerzos para lograr el cambio de nombre del Paseo Yugoslavo de Valparaíso, lo que ya hemos expresado oficialmente en reiteradas ocasiones a sus autoridades, sin haber alcanzado aún nuestro objetivo. Seguidamente, el aporte técnico y material a los trabajos de implementación de la plaza Croacia de la comuna de Cerro Navia en Santiago, donde próximamente se construirá una estación del metro. Tratándose de una de las comunas más pobres del país, el nombre escogido para bautizar esta plaza el que fue sugerido oficialmente por nosotros a su alcalde – se sitúa en la continuidad de una identidad croata bastante inédita, que hemos encontrado en esa comuna. En efecto, existen más de veinte calles con nombres de personajes y ciudades de Croacia, y un colegio que lleva el mismo gentilicio, lo que es un testimonio de la amistad y simpatía de sus habitantes hacia el país de nuestros ancestros.

En este sentido, resulta difícil abstraerse de honrar un compromiso de cooperación con esa comuna. Sin embargo, dada la importancia de la tarea, quisiéramos que otras organizaciones hermanas, como también la Embajada de Croacia, converjan en estos nobles objetivos. Necesitamos del apoyo de todos para materializar estas acciones, por lo que nuestro llamado a colaborar es solemne e interesado. Es una forma simple y concreta de manifestar una presencia en la hermandad ya existente entre las dos naciones.

Estamos convencidos de que la colaboración entre actores multiplicará la eficiencia de las obras emprendidas y hará aún más visible a Croacia en nuestro país. A esta cooperación llamamos hoy a todas las organizaciones hermanas.

No quiero que mi verso muera – La diáspora croata en Chile en tiempos de las salitreras (De la revista «Ojala», editada en Hamburgo)

Luz María Ruiz nos escribe desde Chile y nos hace llegar un poema escrito en la diáspora por su madre croata, Irma Luz Urquieta Mezzic. Los poemas de Irma Luz – como el que aquí presentamos – son trabajos para la construcción de memoria en la diáspora y símbolos de amor desinteresado a todo lo que tenga rostro humano. Con el paso del tiempo Luz María ha publicado el poemario de su madre y, al enviárnoslo, ha escrito una reseña histórica corta de la diáspora de gente de Croacia en Chile. En primer lugar el poema, más abajo el texto sobre la diáspora.

Ojalá, tercer trimestre de 2024. Hamburgo.

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Portada del libro

No quiero que mi verso muera

No quiero que mi verso muera

cantándole sólo al hermoso día

a la oscura noche

y plateadas estrellas

¡Quiero que conozca la tierra

y que siembre en ella!

Por eso… vete mi verso

vagando por el mundo

vete riendo y llorando

y con tu cantar profundo

llega a ser tan altamente fecundo.

Llega al hogar lejano,

llega al hogar más rico,

llega al hogar más pobre

y déjales en sus manos

la riqueza de tu nombre.

Camina con los enamorados

enséñales a soñar

y que de sus manos tomadas

te sepan recitar

llega hasta esa madre

que pronto dará a luz

un hijo lindo y rosado

y entrégale tu juventud

y al recién nacido

siémbrale su camino

cantares y con gozos

que los tiene merecido

y al padre… dale la gloria

de ese mi hijo querido.

Juega con los niños buenos

y a los niños malos

enséñales a jugar

para que en un mañana cercano

lleguen a ser ciudadanos

dignos de respetar.

Acompaña al que viaja solo

y va como buscando

una cálida amistad

Da reposo al que cansado

busca desesperado

un rincón donde descansar.

¡Llega hasta el hombre preso!

y entrégales en un beso

toda tu felicidad.

Ve donde el hombre que ríe

ve donde el hombre que llora!

¡Consuélalos! …ve con ellos…

¡Verso mío después de haber cumplido

¡no importa que te mueras!

Ya en la tierra habrás dejado

un camino, una huella.

¡Un verso muy profundo, con semilla buena!

La Diáspora Croata en Chile en Tiempos de la Salitreras

La historia de la diáspora croata en Chile es un relato de coraje, perseverancia y adaptación, especialmente durante el auge de la industria salitrera en los siglos XIX y XX. Este grupo migratorio dejó una huella profunda en la sociedad chilena, contribuyendo significativamente a su desarrollo económico y cultural.

Contexto Histórico y Motivos de la Migración

A finales del siglo XIX, Croacia estaba bajo el dominio del Imperio Austrohúngaro. Las dificultades económicas, la falta de oportunidades y las tensiones políticas impulsaron a muchos croatas a buscar un nuevo comienzo en tierras lejanas. Chile,  con su próspera industria salitrera, ofrecía la promesa de empleo y un futuro mejor. La producción del salitre, fundamental para la fabricación de fertilizantes y explosivos, convirtió a Chile en un destino atractivo para los inmigrantes en busca de oportunidades.

Llegada y Asentamiento en las Salitreras

Los primeros croatas llegaron a Chile a fines del siglo XIX, instalándose principalmente en las provincias del norte, en áreas como Antofagasta, Iquique y Tarapacá, epicentros de la actividad salitrera. Las condiciones de vida y trabajo en las salitreras eran duras; sin embargo, los croatas se destacaron por su habilidad para adaptarse y prosperar en un entorno exigente.

Impacto Cultural y Social 

La diáspora croata no sólo se integró en la economía local, sino que también dejó una marca indeleble en la cultura y sociedad chilena. Establecieron clubes sociales, escuelas, parroquias, donde celebraban festividades y mantenían sus costumbres. Estos espacios se convirtieron en centros de encuentro y preservación cultural, fortaleciendo el sentido de comunidad de los inmigrantes. El Club Croata de Antofagasta, fundado en 1916, es un ejemplo emblemático de cómo los croatas preservaron su identidad cultural mientras se integraban en la sociedad chilena. Este club, junto con otros similares en Iquique y Santiago, promovió actividades deportivas, culturales y educativas, consolidando los lazos entre los miembros de la diáspora y con la sociedad chilena en general.

Integración y Legado

Con el tiempo, los croatas se integraron plenamente en la sociedad chilena, contribuyendo a su diversidad y riqueza cultural. La segunda y tercera generación de croatas-chilenos continuaron destacándose en diversos ámbitos, incluyendo la política, la educación y las artes. Figuras destacadas como el ex Presidente Eduardo Frei Montalva, de ascendencia croata, y muchos representantes de la política actual, ejemplifican la profunda integración y el impacto de esta diáspora en la historia chilena.  

Conclusión

La diáspora croata en Chile, especialmente durante la época de las salitreras, es una historia de éxito y contribución significativa a la sociedad chilena. A través de su arduo trabajo, espíritu comunitario y adaptabilidad, los croatas dejaron una marca perdurable en el norte de Chile y en el país en general. Su legado perdura en las tradiciones culturales, las estructuras sociales y las contribuciones económicas que siguen beneficiando a Chile hasta el día de hoy.  

Por esta razón y en el ánimo de preservar el legado de sus ancestros, la chilena Luz Maria Ruiz Urquieta, descendiente de croatas, hoy quiere reconocer a su madre, Irma Urquieta Mezzic, brillante matrona, quien ya emprendió el Viaje Eterno y rendirle un tributo a través de la publicación del libro “Poemas de una Matrona” que es una recopilación de muchos de los poemas que Irma, desde muy joven escribió a lo largo de su vida.

Esperamos que todos, en la medida de lo posible,  puedan rescatar y valorar sus raíces y preservar la memoria, a través de transmitir ese amor a sus descendientes y a sus comunidades. 

El CPEAC presente en Sutivan

Por Arturo Corte.

El lunes 24 de Junio, junto al presidente del CPEAC y escritor Guillermo Mimica, concurrimos a una entrevista con el Sr. Franjo Mlinac, Director de la Biblioteca de Sutivan, Isla de Brač .

Con ocasión de una invitación previa de Franjo, vistamos esta importante Biblioteca situada en el centro del hermoso pueblo de Sutivan, pleno de vida veraniega, con sus cálidas playas arrulladas por el Adriático cristalino.

Se trató de un encuentro muy cordial destinado a explorar algunos ámbitos de colaboración con esa institución, y de paso entregar al Director de la Biblioteca la novela “Lutajuće duše”, “Almas errantes  de Guillermo Mimica, recientemente presentada en  la capital de Croacia. Esta novela será también comentada  próximamente en la biblioteca de Sutivan, oportunidad en que se presentará una exposición de fotografías y pinturas de Valparaíso de mi autoría.

Con especial emoción pudimos contemplar nuevamente, en un lugar de ubicación preferente en la Biblioteca,  un grandioso librero con dos inscripciones frontales que expresan en croata y castellano:

DRUGA DOMOVINA Zbirka čileanske hrvatske književnosti HRVATSKA NARODNA KNJIŽNICA ANTONIO RENDIĆ IVANOVIĆ SUTIVAN

DOS PATRIAS Una colección de literatura croata chilena BIBLIOTECA NACIONAL DE CROACIA ANTONIO RENDIĆ IVANOVIĆ SUTIVAN

Con motivo de una solicitud anterior del Director de la Biblioteca llevamos el año 2018, junto a mi esposa Snjezana, varios libros de escritores chilenos de ascendencia croata, que hoy se encuentran incluidos en ese librero.

Debo recordar el generoso aporte y entrega que me hizo nuestro estimado escritor Eugenio Mimica de muchos libros que entregamos a la Biblioteca ese mismo año 2018.

Es un compromiso renovado de traer desde Chile a la Biblioteca de Sutivan otros libros de escritores chilenos de origen croata que aún faltan. 

Participaron en esta reunión el Sr. Franjo Mlinac, Guillermo Mimica, su esposa Odette Morales, la antropóloga Maria Elena Rambaud, mi esposa Snjezana Eterović y yo, Arturo Corte.